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Todas las conocemos.

Son corcholatas escogidas y promocionadas desde Palacio Nacional con el objetivo ulterior de posicionar en la candidatura oficial a la favorita.

Todas ellas han recibido autorización para difundir las tareas del Gobierno al cual sirven, sin reflexionar si ese servicio llega a la ciudadanía.

Pero ésta no está callada.

No según una encuesta muy privada hecha para ellas mismas, a fin de medir sus avances, retrocesos, percepciones sociales y reacciones a asumir.

La tiene las tres corcholatas más impulsadas desde la titularidad del Poder Ejecutivo: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López.

Ricardo Monreal tendrá sus propios estudios demoscópicos, pero él se niega a ser llamado corcholata “por denigrante el término” y no está en los afectos superiores para esta puja.

Destacados son, en cambio, dos de ellos:

La jefa de Gobierno es vista como favorita desde el principio del sexenio dada su gran cercanía y dependencia de López Obrador desde el GDF.

Y el secretario de Gobernación, último en incorporarse al gabinete y por ende a la lista, pero de todas las complacencias de su amigo, paisano y socio.

DEFECTOS Y VIRTUDES

El pulso es social, más allá de preferencias presidenciales.

Y en ellas prima todavía el canciller Marcelo Ebrard, pese a la larga data de Claudia Sheinbaum con su mentor y los impulsos cada vez más acentuados para Adán Augusto López.

Contó también una circunstancia: el tabasqueño se recluyó en su casa más de una semana y aunque estuvo pendiente de la gobernabilidad y de su estrategia personal, no aparecía en público.

Ha regresado con mayor ánimo para recuperar terreno, dicen en su entorno.

Si fructificaran su propio empeño y el de su amigo, pronto debiera estar a la cabeza y alcanzar en preferencias al secretario de Relaciones Exteriores.

La imagen de López hacia los encuestados puede resumirse en dos conceptos: impuesto desde la Presidencia y muy cercano a López Obrador.

A Sheinbaum la identifican como subordinada y de resultados cuestionables aun con el apoyo de su jefe, con quien está muy comprometida.

En ese sentido, sería quien más le cubriría la ex presidencia, dada su gran relación, y quien seguiría fielmente las líneas trazadas en este sexenio.

A Ebrard le reconocen su gran capacidad política y su habilidad para operar en cualquier escenario, aunque también le advierten relaciones de intereses grupales.

De Ricardo Monreal destacan sus ambiciones presidenciales, pero lo consideran débil ante los ojos del único factor de candidaturas, el dedo presidencial.

RENOVACIÓN SIN OLAS

La renovación del gremio magisterial sigue sin conflictos.

El SNTE de Alfonso Cepeda ha guiado elecciones libres en más de la mitad de las secciones sindicales y el turno de fin de semana fue para Hidalgo.

En la Sección 15 ganó la planilla Transformación Sindical de Said Vargas Sáenz, quien superó con más de cinco mil votos a Julio Mayorga, de Somos Unidad.

En todos los procesos Cepeda ha abierto espacios a grupos disidentes como la CNTE, el fin de semana aglutinada en la planilla Hidalgo Rojinegra.

Apenas consiguió mil 800 sufragios.