Carlos Humberto López Barrios (Carlos López), residente en México desde hace más de cuarenta años, recibió la noticia de su elección como miembro honorario de la Academia Guatemalteca de la Lengua (AGL) en agosto de 2021. La nominación es correspondiente al ingreso a la Real Academia de la Lengua Española. Carlos López (CL) cuenta con el Premio Nacional de Literatura, 2012 entre otros reconocimientos a su trayectoria. Debido a los problemas suscitados por la pandemia, la lectura de su discurso de ingreso se llevará a cabo el 10 de noviembre de 2022.
Carlos López fue propuesto por Mario Roberto Morales, Premio Nacional de Literatura de Guatemala; Francisco Morales Santos, uno de los poetas más reconocidos de Guatemala, y José Luis Perdomo Orellana, académico de número de la Academia Guatemalteca de la Lengua, quien ingresó como miembro de número el 7 de marzo de 2019 y leyó su discurso titulado «Carlos Humberto López Barrios, orfebre supremo de la palabra, persiste ante el exilio, la ingratitud y las demoliciones». Le respondió, en nombre de la corporación, el académico numerario Mario Roberto Morales, con el discurso titulado: «Del idioma y sus cultores». La elección abierta de Carlos López, con 12 sobre 14 votos, se sustenta «por sus méritos como cultor de la lengua española que lo hacen merecedor de tal distinción, con la cual nuestra institución se honraría».
Carlos López es un enamorado de la lengua española y se siente orgulloso de ser hablante del español por la riqueza de nuestra lengua, que «tiene alrededor de 300 mil vocablos». Nos comparte su amor por el lenguaje, que más que amor, es una pasión arropada de entrega y compromiso; es un estudioso del lenguaje desde hace más de cuarenta años. Su misión consiste en ser guardián de la lengua en el sentido de cuidar del idioma. Le interesa trabajar el lenguaje vivo y que se escriba con elegancia, con ética y sobre todo con estética.
CL es autor de Redacción en movimiento. Herramientas para el cultivo de la palabra (publicado en Costa Rica, Guatemala y México), de los libros de ensayos El síndrome de Titivillus (2021), Herrar es de humanos (2019), Sólo la errata permanece (2012), El que a yerro (2009), Helarte de la errata (2005), que tratan sobre las erratas y errores de la lengua española recogidos en medios impresos y electrónicos y libros, de los libros de palíndromos Somos o no somos (2021), Ají traga la lagartija (2013), Sé ver breves (2011), Aten al planeta (2007), Naves se van (2003) y La roca coral (2002), que versan sobre las posibilidades lúdicas y creativas del lenguaje. Coordinó el Diccionario esencial de la lengua española (2009), fue editor del Diccionario mexicano de la lengua (2010), es coautor del Diccionario clave del idioma español (2009). Es autor de Voses de Guatemala (2005, diccionario de guatemaltequismos) y Asteriscos (2011, creaciones sobre las letras y los signos de puntuación).
En 1981, fundó Editorial Praxis —que desde entonces dirige—, donde lleva editados mil títulos. Ha cuidado la edición de más de 6 mil libros, tesis, revistas, folletos y asesoró tesis de licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado artículos sobre el lenguaje en varios periódicos y revistas de América Latina. Los libros de Español 3, 4, 5 y 6, de María Teresa Ruiz Ramírez (Ediciones Larousse, México, 2003), incluyeron textos de Carlos López.
Desde mi punto de vista, en su discurso destaca el poder de la palabra: «Al romper el silencio y comprender el poder de la palabra, nos movimos, no al revés. (…) Entendimos que por la palabra podíamos ser libres y éticos».
Al referirse en su discurso a los metaplasmos y las figuras retóricas, CL recorre la historia del uso y apropiación del lenguaje desde los años cincuenta hasta el día de hoy y lamenta el reduccionismo de vocablos con los que nos comunicamos en la actualidad. Dice: «Miguel de Cervantes Saavedra utilizó 22,939 palabras diferentes para escribir El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha; un compositor de reguetón usa 30; la mayoría de jóvenes hoy emplea 300 palabras en promedio para comunicarse (de éstas, 78 son soeces) y con 37 emoticones».
Para CL el lenguaje está sujeto a las influencias sociales, políticas y técnologicas del mundo actual, pero sostiene que «la grámatica no refleja siempre al mundo, no tiene sexo, no es incluyente ni excluyente, es una herramienta que atraviesa nuestra vida y que utilizamos a diario para funcionar en la vida. La grámatica es una serie de convenciones, es arbitraria».
Una de las pasiones más queridas de CL es la del lenguaje, su principal interés es el lenguaje vivo, el lenguaje que sirve para vivir. Si por algo me pelearía algún día, «sería por defender la lengua con la que me tocó nacer».
En su trabajo de creación, de antologador, de editor, de poeta, de escritor, de maestro su compromiso y responsabilidad es el de cuidar el lenguaje. Ser cultor de la lengua es su batalla cotidiana.
Como señala CL al finalizar su discurso: «La resistencia del lenguaje da paso a la resistencia personal, interna, heredada de los mayores». De manera personal, comparto la idea de la fortaleza interna que nos construye desde el lenguaje, que nos da identidad para crear, para caminar ya sea en soledad o acompañados del sonido de las palabras que oímos de nuestros padres y del mundo que nos rodea. Ante la pregunta de cómo recibe este doble reconocimiento, nos responde: «No me hace ni mejor ni peor, mi único empeño es cultivar la lengua y el lenguaje».
*https://www.narrativayensayoguatemaltecos.com/carlos-humberto-lopez-barrios-orfebre-supremo-de-la-palabra-persiste-ante-el-exilio-la-ingratitud-y-las-demoliciones/
** Doctora en filosofía política, maestra en periodismo y psicoanalista,
https://twitter.com/z_smeke?lang=es