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El derecho le concede el beneficio de la duda a la ministra Yasmín Esquivel: es “inocente” hasta que se demuestre lo contrario. La abogada, maestra y doctora en derecho aún despacha en la Suprema Corte de Justicia de la Nación porque así debe de ser, aunque las pruebas que se han hecho públicas hasta el momento demuestran a todas luces que no sólo plagió su tesis para obtener la licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México, sino una gran parte de su proyecto final para acreditar el doctorado en la Universidad Anáhuac.

Ni la UNAM y mucho menos la Secretaría de Educación Pública (SEP) han dado un veredicto definitivo sobre las presumibles fallas, trampas y triquiñuelas en los que la esposa del principal contratista de la actual administración federal, José María Riobó, habría incurrido con tal de graduarse como abogada, maestra y doctora en derecho.

La señora Esquivel, la máxima casa de estudios de la nación y la dependencia federal encargada de las políticas educativas del país no sólo han hecho mutis al respecto, sino que han apostado al olvido de la colectividad; han sopesado la idea de que si ya no se habla, escribe o comenta al respecto, el plagio pasará a ser una anécdota que quedó grabada no en la memoria colectiva… serían trozos de papel periódico, un hecho apenas registrado en alguna que otra revista que servirá para encender una parrilla, o que se perderá en la inmensidad del ciberespacio o en alguna que otra nota de radio y televisión que sólo forman parte del acervo de las empresas que llevan archiva los materiales que alguna vez hicieron públicos. Esto no debemos permitirlo.

Algo que no ha sopesado la aún doctora Esquivel, y tampoco la maxima casa de estudios es que la apuesta por el olvido es una estrategia peligrosa. En lugar de enfrentar los problemas del pasado y trabajar juntos para encontrar soluciones, sólo buscan simplemente enterrar el pasado y seguir adelante sin hacer nada para resolver los problemas. Crees que la colectividad echará el tema del presunto plagio al bote de basura.

Esta estrategia es particularmente peligrosa cuando se trata de asuntos como la injusticia, la opresión, la discriminación y en este caso el olagio. Si los mexicanos simplemente optamos por olvidar este lamentable episodio, corremos el riesgo de perpetuarlos en el futuro. Al no abordar las raíces del problema, nos aseguramos de que a la postre asuntos similares seguirán creciendo y causando daño en las generaciones futuras.

Cuando la colectividad recuerde en un instante de lucides la forma en que la ministra, la UNAM y la SEP se hacen de la vista gorda, la sociedad no sólo percibirá que el asunto no están siendo abordado don la debida atención, sino que perderán la confianza en el gobierno y en las instituciones que deben proteger el derecho, le legalidad, la justicia. Esto puede conducir a una mayor polarización y desconfianza, lo que hace aún más difícil resolver los problemas que enfrentamos.

El plagio es un tema serio en cualquier ámbito, pero cuando se trata del mundo académico y de la judicatura, es especialmente preocupante. El presunto caso de plagio en la tesis de licenciatura de Yasmin Esquivel Mossa, quien actualmente se desempeña como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no es cosa menor.

Según informes, la tesis de Esquivel, titulada “El juicio de amparo en materia fiscal”, presentada en 1991 en la Universidad Iberoamericana, contenía párrafos completos y fragmentos copiados de artículos y textos de otros autores, sin citar adecuadamente las fuentes. Al parecer, algunos de estos párrafos incluso contenían errores de ortografía y gramática que sugerían que habían sido copiados literalmente de la fuente original.

Este caso ha generado un debate sobre la ética y la integridad en la judicatura, y ha llevado a muchas personas a preguntarse si Esquivel es adecuada para seguir desempeñándose como ministra de la Suprema Corte. En respuesta a las acusaciones, Esquivel ha negado haber cometido plagio y ha dicho que está dispuesta a cooperar con cualquier investigación que se realice.

Sin embargo, el plagio es una violación grave de la ética académica y de investigación, y es fundamental para la credibilidad y la integridad de cualquier investigador o profesional que se respete que se cite adecuadamente las fuentes utilizadas en su trabajo. Además, como ministra de la Suprema Corte, Esquivel es responsable de tomar decisiones que afectan la vida de millones de personas en México, por lo que es especialmente importante que se le exija el más alto nivel de integridad y ética.

El presunto plagio de Yasmin Esquivel en su tesis de licenciatura es preocupante y debe ser investigado a fondo. La ética y la integridad son fundamentales en cualquier ámbito, y son especialmente importantes en la judicatura y el mundo académico. Como sociedad, debemos exigir honestidad y transparencia en todas las áreas de la vida pública, y no tolerar el plagio o cualquier otra forma de mala conducta.

El plagio es un delito y los ciudadanos no debemos olvidarlo o corremos el riesgo de ver a la impunidad como algo aceptable, cotidiano.