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Es muy probable que tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez sean las abanderadas, la primera para dirigir lo que ellos llaman la “4T”, y la segunda para dirigir el oficialmente constituido conforme a la Ley General de Partidos Políticos, Frente Amplio por México. Ahora podemos decir que con esto la novata Xóchitl entrará, en términos del baseball, a las “ligas mayores”.

Con esto digo, que la narrativa o discurso político de Xóchitl Gálvez, sin eliminar sus orígenes y frescura discursiva, debe evolucionar hacia un discurso para jefe de Estado, con proyecciones profundas respecto a las múltiples problemáticas del complejo país en el que vivimos. Todo esto lleva a que nuestros gobernantes deban de tener una visión muy amplia de las diferentes opciones de solución de nuestros problemas.

Por todo lo mencionado, en su debido tiempo, guardando los requerimientos legales, será necesario que la Senadora suba el nivel de su conversación hacia las siguientes visiones:

1. Reconstrucción. Xóchitl debe de tomar en cuenta de que el actual gobierno federal se ha dedicado a destruir la facultad operativa de la administración, que con una visión enfocada a la dominación, ha destruido a la burocracia representada por los servidores públicos con servicio civil de carrera, al reducir los presupuestos operativos de múltiples oficinas gubernamentales haciéndolas ineficientes y muchas de ellas hasta inoperantes.

2. Cambio de visión de gobierno. El Actual gobierno se ha enfocado en estar llevando a cabo acciones para concentrar el poder, ha tenido una visión centrada en la figura del presidente de la República como el adalid que protege a los pobres frente a los de la “mafia del poder” que son oligarcas depredadores. Con esta visión, el presidente pretende regresar el reloj de la historia hacia los años setenta en donde la economía estaba centrada en las acciones del gobierno y no en la iniciativa privada, confrontándose con el mundo moderno, en donde existe un bloque comercial en Norteamérica en el que México forma parte, con el cual el presidente se ha enfrentado a conceptos que él considera, con el engaño de sus asesores, superados en el T-MEC, como el concepto de que la soberanía nacional prevalece respecto de los hidrocarburos y eso permite al gobierno hacer cambios a todas las leyes energéticas, así como la noción de que, con el pretexto de la soberanía, hacer cambios en la constitución que, básicamente, hace que las inversiones realizadas en energías renovables se ponen en alto riesgo por la imposibilidad de obtener permisos gubernamentales para su operación.

En estos temas, la aspirante Xóchitl Gálvez fue clara en su visión de que México indefectiblemente pertenece al bloque de Norteamérica, tanto por su situación geográfica como por sus compromisos internacionales establecidos en los Tratados de Libre Comercio, dándonos una visión clara de su mentalidad moderna hacia a aprovechar estas circunstancias especiales para el crecimiento de nuestra economía que nos lleve a mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

Ahora, la Senadora tiene que particularizar en detalles para llevarnos a cumplir cabalmente con ese fin. Ella tendrá que expandir en los puntos finos de esta visión que será un motivo importante de posible confrontación con el enfoque que pueda llevar a cabo su futura contrincante Sheinbaum, quien se ha opuesto a la reformas energéticas aprobadas por el Constituyente Permanente en 2013.

3. Seguridad y justicia. Esta parte es la más importante respecto del verdadero bienestar que desean todos los mexicanos y las condiciones de bien común necesarias para el desarrollo del país a partir de las individualidades, sumadas en los emprendedores que establecen las micro, pequeñas y medianas empresas, que representan la inmensa mayoría del potencial económico del país, que con la falta de seguridad y justicia se ven gravemente afectados.

Xóchitl tendrá que concentrarse en establecer políticas públicas que vayan de lo local hacia lo federal fortaleciendo la participación ciudadana, en coordinación con policías de proximidad a nivel municipal, que en caso de verse rebasadas deberán entrar los dos órdenes de gobierno superiores como las policías estatales y la Guardia Nacional, que se tendría que reconfigurar hacia una policía civil eficiente, con altos niveles de tecnología, para hacer la combinación perfecta entre los tres niveles de gobierno.

Respecto de la justicia, la senadora Gálvez puede tener un acercamiento con la ministra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, para trabajar en conjunto en establecer los presupuestos necesarios, por primera vez en la historia de México, para fortalecer al Poder Judicial de la Federación, así como a los poderes judiciales de las entidades federativas.

Considerando que el rubro de justicia ha sido de los más abandonados tradicionalmente por los gobiernos, y actualmente existe la amenaza del presente gobierno de eliminarles grandes cantidades de su presupuesto, principalmente al Poder Judicial de la Federación, por lo que el deterioro que vendrá de esta carnicería presupuestal tendrá que ser resuelto como una de las primeras prioridades del próximo gobierno.

Por el otro lado, las Fiscalías de las entidades federativas, así como la Fiscalía General de la Nación, deberán ser apoyadas por el nuevo gobierno para que exista una restructuración total, con exámenes de confianza de todos sus integrantes, considerando que muchos de ellos se encuentran vinculados con el crimen organizado. Esto es una labor que llevará el tiempo completo del sexenio, indispensable como una restructuración del Estado mexicano con miras al bien común