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Propone Dulce María Sauri, presidenta de la Mesa Directiva en San Lázaro, tomarse el tiempo becesario para discutir y, en su caso, aprobar la Ley Federal de Revocación de Mandato, «toda vez que no hay ninguna prisa, porque los plazos están abiertos; y no es una ley electoral que se rija por los tres meses antes de iniciado el proceso».

En entrevista, la legisladora federal del PRI, le advirtió al Jefe del Ejecutivo que la consulta de revocación no puede realizarse el 21 de marzo como lo plantea aunado a que el INE tiene que expedir la convocatoria.

«Es una ley de revocación de mandato. La ley electoral rige para elegir, esta rige para quitar; entonces, hay que trabajarla, no solamente en el procedimiento para llegar a la jornada de la revocación, que por cierto, con todo respeto al señor Presidente, no puede ser el 21 de marzo, tiene que ser como plazo máximo el 5 de marzo. Y esto porque los artículos transitorios especifican con toda claridad el momento en que el Instituto Nacional Electoral tiene que expedir la convocatoria, su plazo máximo es el 4 de enero y, a partir de esa fecha, son 60 días para poder realizar la jornada que justamente se cumple el 5 de marzo que es sábado, porque así se puso en el transitorio de la Constitución».

Sauri Riancho, pidió mesura ya que se trata de revocar al Primer Mandatario, de ahi a que insistiera «me parece muy necesario que haya una legislación cuidadosa, cuidada por parte del Legislativo porque se trata ni más ni menos de revocar al Presidente de la República, decirle no te vas a quedar hasta el 1º de octubre de 2024, sino te vas a ir en marzo de 2022, y es muy delicado para el sistema político en general por eso la legislación tiene que ser absolutamente prístina».

Al cuestionarle si hay facilidades para un tercer periodo extraordinario de sesiones, respondió «no es que no haya facilidades, aquí estamos hasta el 31 de agosto, lo que no hay es necesidades, y se necesita legislar con toda la seriedad, el cuidado, que amerita el tema de revocación de mandato, imagínese que por las prisas alguien no se percate, como nadie se ha percatado, que la consulta no puede ser el 21 de marzo, sino tiene que ser el 5 de marzo, esto nos metería en un terrible lío; entonces, como diría el clásico al cual me encanta acudir con frecuencia: pero qué necesidad».