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Los lectores de Teléfono Rojo lo saben desde agosto.

El 25 de ese mes titulamos la columna: Gobernadores salientes: de la guillotina al sueño de Palacio para adelantar la incorporación de ellos al poder federal.

Muchos políticos, sobre todo oficialistas, cuestionaron esta información bajo un principio insalvable porque, argumentaron, conocen muy bien a López Obrador.

-Eso no es posible -me reprocharon. Y abundaron:- Te engañaron porque él jamás da concesiones ni marcha atrás en cuestiones políticas e ideológicas.

Se equivocaron.

A varios gobernadores López Obrador les simuló afecto y con su mensaje críptico les dejó entrever la posibilidad de incorporarlos a su equipo.

Solamente dos de ellos estaban vedados, subrayamos en aquella columna: el perredista Silvano Aureoles y el priista Ignacio Peralta.

El tiempo confirmó lo adelantado en este espacio y desmintió a quienes se creen intérpretes del pensamiento del de Tepetitán.

El primer elegido fue el priista sinaloense Quirino Ordaz, a quien le importa un comino la desaprobación del comité de Alejandro Moreno, Alito.

Del mismo partido le siguió Claudia Pavlovich y por el PAN, el nayarita Antonio Echevarría.

VIENE OTRA COMALADA

El desmadejamiento de Va por México marcha veloz.

Ahora la atención está en Jaime Bonilla, amigo, correligionario, financiero, confidente y todo cuanto se quiera de ya saben quién.

Bonilla, morenista de origen “pero no en busca de chamba porque para eso tengo mis empresas, para no deberle favores a nadie”, espera la cita de mediados de mes para conocer la oferta final.

El bajacaliforniano sólo aceptará una invitación al gabinete legal o ampliado, pero para nada una embajada, “porque si eso fuera desde hace tiempo hubiera dicho que sí”.

Pero a él seguirán otros:

Varios de los gobernadores en receso y otros en víspera de elecciones en 2022, aguardan propuestas de nombramientos.

Dos de ellos para secretarios de Estado.

ALFOMBRA DE CEMENTO

1.- Bienvenido Sergio Checo Pérez una vez más a la capital.

Aquí siempre se le ha puesto alfombra de cemento para hacerlo sentir en su casa y explotarlo a favor del gobernante capitalino en turno.

¿Se acuerda cuando Marcelo Ebrard, a la sazón titular del GDF le cubrió de asfalto Paseo de la Reforma?

En el mismo lugar este miércoles el piloto tapatío será el centro de atención de decenas de miles de personas durante su exhibición como conductor profesional de Fórmula 1.

La autodenominada izquierda también tiene gustos burgueses.

Y 2.- De los gobernadores priistas, sólo uno preocupa en Palacio Nacional.

Es Miguel Riquelme, quien pese al intenso trabajo del Gobierno federal en La Laguna y Saltillo, cedió cinco de las siete diputaciones federales de Coahuila.

Y como ya saben quién solamente piensa en elecciones para él y para los suyos, ya puso en marcha una estrategia para ganar ese estado en 2023.

Lo sabe Gabriel García Hernández, quien dejó la operación electoral con los programas sociales tras perder la mayoría calificada en la Cámara y 9 de 16 alcaldías capitalinas.

Esta vez no puede fallar, le advirtieron.