Con la mayoría calificada de 362 votos a favor, 131 en contra y cero abstenciones, el bloque oficialista en la Cámara de Diputados aprobó en lo general el dictamen por el cual se reforman 12 artículos de la Constitución Política, a fin de que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El documento establece que la Federación “contará con la Guardia Nacional, fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar y marino con formación policial, dependiente de la Secretaría del ramo de Defensa Nacional, para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en el ámbito de su competencia”.
Durante el debate de ocho ocho horas, la oposición reclamó que la propuesta de cambio a la Carta Magna, presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en febrero pasado, militariza la seguridad pública y no será la solución a la inseguridad y violencia en el país.
En respuesta, el coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Ricardo Monreal, aseveró que esta reforma disminuirá la inseguridad que impera en el país desde hace 24 años.
“Yo creo que es una gran experiencia la que vamos a vivir y sí creo que frente a lo que está pasando en el país, esta reforma va a atenuar y va a ser instrumento para responder al gran reto de la inseguridad pública provocada desde el 2000, desde hace décadas por la delincuencia organizada, por el crimen organizado.
Al presentar una moción suspensiva, el diputado panista, Héctor Saúl Téllez Hernández recordó que en diciembre de 2017 Morena y Acción Nacional coincidieron en la no militarización de la seguridad pública cuando se aprobó la Ley General de Seguridad Pública Interior.
“Tan es así que en enero del año 2018 juntos interpusimos una acción de inconstitucionalidad que a la postre la Suprema Corte de Justicia tomaría los argumentos vertidos por Morena y vertidos por Acción Nacional, para desechar y para sacar del marco normativo a la Ley General de Seguridad Interior.
“Paradójicamente los tiempos han cambiado y en aquel momento se decía en la Suprema Corte que el mando debería de ser completamente civil, que la adscripción debería de ser a la Secretaría de Seguridad Ciudadana y que tenía que ser la actuación del Ejército, bajo criterios de subordinación, temporalidad, de forma extraordinaria y de forma fiscalizada”.
Por el PRI, Lorena Piñón Rivera sostuvo que con esta reforma el Estado mexicano se aleja de los estándares internacionales en materia de seguridad pública, las sentencias de tribunales internacionales y las recomendaciones de mecanismos de protección de derechos humanos.
“Con esta reforma la Guardia Nacional pierde su carácter civil y se convierte en un cuerpo policial militar, con esta reforma la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública deja de ser excepcional y complementaria para convertirse en una función permanente, los elementos de la Guardia Nacional dejan de estar subordinados a mandos civiles y pasan a formar parte de la estructura de la secretaría de la Defensa”, reprobó.
La discusión sigue con la presentación de más de 400 reservas, por lo que calculan quede aprobada en lo general y particular en las primeras horas de este viernes.