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>> La salud del presidente debe ser información pública, para garantizar certidumbre en el país, señala Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados

>> Para ejercer el cargo del presidente, se debe acreditar un buen estado de salud física y mental

La iniciativa de reforma Constitucional que presentamos, tiene como objetivo asegurar que el presidente de la república mantenga una salud óptima para el ejercicio del gobierno, incluyendo su salud mental. Es crucial que quien lidera y protege la soberanía y seguridad del país esté siempre en condiciones de hacerlo, señaló Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.

Durante los últimos sexenios, ciudadanos y medios de comunicación han solicitado conocer el estado de salud y el expediente clínico del presidente en turno, a menudo debido a especulaciones o escenarios de incertidumbre, como sucedente hoy en Estados Unidos. Sin embargo, tanto instituciones públicas garantes del derecho al acceso de la información, como tribunales, han rechazado consistentemente proporcionar esta información, argumentando su carácter confidencial y reservada.

Recientemente, en el contexto de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, ha surgido un debate sobre la salud de los candidatos, centrándose especialmente en el estado de salud del actual presidente Joe Biden.

Al respecto, lo cierto es que se tiene buena información sobre los chequeos médicos del presidente estadounidense, mismos que pueden consultarse en la página de internet de la Casa Blanca:

https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2024/02/Health-Summary-2.28.pdf, https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2021/11/President-Biden-Current-Health-Summary-November-2021.pdf

En México, en cambio, no ha existido voluntad política para conocer el estado de salud de los mandatarios, incluso en circustancias de hospitalizaciones y cirugías de riesgo.

El presidente de la república es el representante del Estado mexicano y tiene una amplia gama de responsabilidades para las que debe estar en pleno goce de sus capacidades físicas y mentales: Es el encargado de promulgar y ejecutar las leyes, también es responsable de preservar la seguridad nacional, disponer de la guardia nacional, declarar la guerra y dirigir la política exterior. Además, el presidente es el único que puede restringir o suspender el ejercicio de derechos o garantías en todo el país.

El propio presidente Andrés Manuel López Obrador fue sometido a una intervención quirúrgica delicada en su gobierno, en enero de 2022. En esa ocasión, la Secretaría de Gobernación solamente informó lo siguiente “esta mañana alrededor de las 10:30h, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ingresó al Hospital Central Militar; por los antecedentes de hipertensión y cardiacos del señor presidente, se le realizan estudios preventivos y rutinarios cada seis meses (laboratorio, electrocardiograma, prueba de esfuerzo y/o tomografía). Por los resultados de su último chequeo, el equipo médico que lo atiende consideró necesario realizar un cateterismo cardiaco que se llevó a cabo el día de hoy alrededor de las 16:30h.

“En este procedimiento se encontraron el corazón y las arterias del señor presidente sanos y funcionando adecuadamente”, “No fue necesario realizar ningún otro tipo de intervención y fue un procedimiento breve que duró alrededor de 30 minutos”.

A continuación, se detallan algunos de los principales efectos que derivarían de la incertidumbre sobre la salud del presidente:

• La salud del presidente puede afectar su capacidad para tomar decisiones, lo que puede llevar a retrasos en la implementación de políticas y programas.

• Una mala salud puede generar incertidumbre política, lo que puede desestabilizar la confianza pública y la de los mercados internacionales.

• La capacidad de respuesta rápida y efectiva a crisis nacionales o internacionales puede verse comprometida si el presidente no está en plena capacidad de sus funciones.

• Las relaciones diplomáticas pueden verse afectadas si el presidente no puede participar en reuniones y cumbres internacionales, lo que puede debilitar la posición del país en negociaciones y acuerdos.

En conclusión, un presidente de la república, como servidor público, debe evitar especulaciones sobre su estado de salud, más allá de la mayor o menor apertura que tenga respecto de su privacidad. Y la ley debe garantizar a los ciudadanos el derecho de estar informados sobre las condiciones de salud de su presidente.

La Constitución Política debe incluir una excepción que permita la publicación de información sobre la salud del presidente en funciones.

Por ello, la reforma constitucional que se propone tiene los siguientes objetivos:

1. Establecer que el estado de salud mental o enfermedad incapacitante del Presidente de la República es información de interés público y quedará exceptuada de la protección y reservas de ley.

2. Mandatar que en la apertura de Sesiones Ordinarias del Primer Periodo de cada año de ejercicio del Congreso, el Presidente de la República presentará un informe clínico actualizado en versión pública donde se haga constar de su buena salud mental y la ausencia de una enfermedad incapacitante.

3. Modificar la constituición para que sea requisito para desempeñar el cargo de presidente: Tener un buen estado de salud mental y ausencia de enfermedad incapacitante, que deberá acreditarse con los estudios clínicos y dictámenes médicos de conformidad con las normas aplicables y la ley en la materia, mismos que deberán hacerse públicos.