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El famosos PRI-Mor, empieza a pintar en la cámara de diputados y la ruptura del bloque opositor podría no tener la fuerza suficiente para tratar de detener a Morena y sus aliados para alcanzar nuevamente la presidencia en México en 2024.

Con el acompañamiento de los legisladores del PRI en la aprobación de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, se da el primer guiño entre Morena y el PRI para continuar en una alianza en algunas otras propuestas como el impedir que los consejeros del INE tomen atribuciones de los legisladores, que podría discutirse dentro de la tan mencionada iniciativa que enviara López Obrador para renovar a todo el Consejo General del INE.

Esto permitiría que un acuerdo importante para que el PRI logre, por lo menos obtener dos gubernaturas que estarán en juego el próximo junio del 2022.

Aguascalientes, Durango, Oaxaca, Tamaulipas Hidalgo y Quintana Roo, serán los estados que renovaran a su poder Ejecutivo estatal y el PRI, quiere por lo menos ganar algunas de estas, pero solo lo lograría si su alianza política está fuera de la coalición Va por México, porque en el interior existen algunos candidatos que podrían superar a las propuestas hechas por el PRI.

Aguascalientes, un estado que en los últimos años ha sido gobernado por el PAN, el PRI verdaderamente ya no pinta y en la coalición opositora se impondría el candidato del PAN ante los otros dos partidos.

En Durango, el gobernador a pesar de haber militado por muchos años en el PRI, al momento de ser desechado por este partido para su nominación a la gubernatura fue captado por el PAN quien lo llevo al triunfo y por ello se señala que el gobierno del estado norteño es precisamente Panista, por lo que la vieja guardia priísta en ese estado sigue lastimada y dividida ante la imposición de la candidatura que se hizo desde el CEN del PRI hace seis años.

Oaxaca, aun cuando es gobernado por un militante del PRI, su acercamiento a Morena ha sido bastante notorio y esto a permitido que uno de los estados más pobres del país, haya logrado subir un poco la claridad de vida de sus pobladores, el PRI también se encuentra dividido en este estado donde, la grilla política estatal llega hasta el CEN del PRI lo que hace casi inviable que en el mismo PRI se pongan de acuerdo para proponer un candidato.

Tamaulipas, un estado recientemente lastimado por Morena a través de la intención de realizar un juicio político a su gobernador, que es militante el PAN, podría darle una oportunidad al PRI de proponer un candidato, sin embargo, la historia negativa que dejaron los gobernadores anteriores el PRI, representa un factor negativo para pensar que un candidato del tricolor pudiera asumir nuevamente la gubernatura.

Hidalgo, otro estado gobernado por el PRI, se muestra con mayor posibilidad de repetir, sin embargo, Morena aun esta resentido porque el gobernador actual, durante los dos años anteriores se manifiesto como aliado de López Obrador y el año anterior el PRI nuevamente mostró su músculo político obteniendo importantes triunfos en el Congreso Local y en las alcaldías.

Quintana Roo, al igual que Durango, es gobernado por un ex militante priísta que al no encontrar cobijo en su partido para su nominación a la gubernatura acudió a la alianza conformada por el PRD y PAN y logro ganar. Lo que imposibilita casi toda oportunidad para el PRI.

De tal manera que aún falta poco menos de 10 meses para los comicios del 2022, el iniciar a pavimentar el camino a una alianza que posicione al PRI nuevamente puede iniciarse en la cámara de diputados, donde también se encuentran, como legisladores, el presidente y la secretaria general del PRI, y desde ahí pueden operar tranquilamente, tejiendo redes, alianzas, cobijados por “supuesto trabajo legislativo”. Esto al tiempo