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En esta vida no hay nada imposible, solo aquello que no se quiera hacer y esto ya lo comprobamos los mexicanos en la historia de este nuevo siglo.

Primero desterramos al viejo PRI, que se había perpetuado por varias décadas en el poder Ejecutivo. Sin embargo a lo largo de estos años, el PRI realizó obras y acciones que llevaron a los mexicanos a obtener mayor calidad de vida. Algo que por supuesto es obligación de quine detenta el poder en el país de realizarlo

Sin embargo, en años recientes surgió un gran problema, derivado de la voracidad de un parte de la clase política que han visto y utilizado a la política y los puestos públicos que consiguen para el beneficio personal y ahora para sus hijos que también entran a la política.

Esto nos fue llevando un incremento de la corrupción que hasta ahora no disminuido, sino sigue siendo uno de los problemas principales para los mexicanos y nuestro país.

Esta clase política, ya no tiene valores éticos y mucho menos ideológicos, porque su objetivo es su enriquecimiento y no el bienestar de la gente

Todo esto concluyó con la decisión de la mayoría de los mexicanos, que salieron a votar, decidieran el primer cambio de régimen y que recayó en el PAN con Vicente Fox como presidente. Con esto se demostró que lo que parecía imposible se pudo concretar.

En los siguientes años, el poderío del PRI vino a menos hasta colocarlo en un lastimoso cuarto lugar de acuerdo al tamaño de los partidos políticos existentes en México.
Con esto, se dijo al viejo PRI un Basta de tanta corrupción y entregamos la confianza a otro partido político, los resultados empezaron a mejorar, sin embargo la corrupción se mantuvo y fue hasta el 2018 que, una mayoría de la ciudadanía decidió nuevamente realizar un cambio importante al rumbo que mantenía el país, y se le otorgó la confianza a un nuevo grupo político que prometió grandes soluciones y rápidas para erradicar esos problemas que tanto aquejaban al país.

El resultado ha sido todo inverso, se prometió acabar con la inseguridad que reinaba en el país, con una política de Abrazos y no balazos, y el resultado ha sido que los grupos criminales han expandido su dominio dentro del territorio nacional, al grado que ahora estos grupos, participan de laguna manera en la poética nacional, amenazando y amedrentando a la clase política para poner al candidato de estos grupos criminales.

Se prometió que México crecería económicamente a niveles de hasta 6 por ciento anual, dejando por debajo lo crecimientos “mediocres del 2 por diento” que se habían obtenido hasta el 2018. Los resultados han sido un crecimiento anual que apenas alcanza el uno por ciento.

Se prometió que se acabaría con la corrupción y se encarcelaría a todos los culpables de haber realizado esa acción en las administraciones pasadas, el resultado es que no existen nadie que haya sido juzgado y encarcelado por esos actos de corrupción, y esta se ha incrementado en este sexenio, donde el nepotismo y autoritarismo protegen a esos corruptos.

Se prometió de respetar y hacer respetar las leyes y este régimen las pisotea cada que quiere aplicar un “capricho” encubierto de obra publica, pero que también con la opacidad con que se construye permite el incremento de la corrupción.

Se hablo de respetar la democracia, y en este sexenio se han realizado acciones para terminar con ella y regresar a la épocas del partido hegemónico, done este era juez y parte en los comicios, los organizaba y los calificaba

Esta nueva clase política se ha visto mas voraz, porque no cuenta con valores éticos e ideológicos, porque pueden militar en un partido político, pasar a otro solamente con el objetivo del enriquecimiento personal y no buscando el beneficio de la población.

Esta nueva clase política ve a los puestos públicos como el lugar donde puede servirse del pueblo, manejando los recursos públicos como “su cartera personal” y no para beneficiar a la gente.

Por eso, pienso que es el momento de un nuevo cambio, para nuevamente decirle a esta clase poética, basta de la corrupción, de las complicidades y del enriquecimiento de esta clase política a costa de todos nosotros.