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México se ha esforzado por casi cuatro décadas en impulsar una transición a la democracia que permita mejorar las formas de gobierno, garantizar el respeto a los derechos humanos, asegurar el acceso a la información pública y la trasparencia de la gestión pública. Fomentar una mayor equidad de género y crear instituciones que certifiquen la expresión libre de la voluntad ciudadana en los procesos electorales, entre otros avances muy importantes.

Creer que el voto no cuenta o no será respetado es poner en duda a cientos de ciudadanos que son los que participan ese día. Son nuestros vecinos, familiares, amigos quienes por sorteo han sido convocados a participar como funcionarios de casilla.

Además, el INE es el encargado de organizar las elecciones y garantizar un proceso democrático. No se trata de beneficiar o perjudicar a nadie sino de que se cumpla la ley.

Quienes han tratado de desprestigiar al INE, desde las alturas del poder, lo hacen por una sencilla razón: pretenden sembrar en el electorado la semilla de la desconfianza y del odio, es para justificar en un momento determinado, su desesperación.

¿Qué vendrá después? Sin duda el acomodo de las piezas; es decir, crear una dependencia más en el gobierno para manejar las elecciones a conveniencia.

El INE es autónomo, desde su creación como Instituto Federal Electoral y nació de una exigencia de los ciudadanos para dar certeza en los procesos electorales. Debido a ello se logró la alternancia en el gobierno, algo que ahora ya no se desea en un gobierno autoritario que quiere todo para su grupo político.

¿Cómo lo lograrían? Destruyendo con mentiras, con engaños y difamaciones, un instituto autónomo que desde su creación ha dado resultados. Eso no debemos permitirlo, ya que sería no solo un retroceso sino encaminarse a una dictadura, la misma que repudiaban en campaña.

Destruir instituciones que fueron creadas con un propósito es un atentado a la Nación y una traición. Como traición es pretender quitarles a los ciudadanos la oportunidad de elegir libremente a sus gobernantes por in intento de perpetuarse en el poder a como dé lugar.

Coartar la libertad de tomar decisiones y expresarlas en las urnas es un verdadero atentado. Atentado que se está fraguando para desaparecer al INE.

Hay que recordar que el INE es de los ciudadanos para dar certeza en las elecciones; por tanto, pretender apropiarse de él para sus fines políticos solo demuestra que no les importan los ciudadanos, ni la democracia ni que se hagan bien las cosas.

La ambición por el poder está presente en cada mensaje de quienes hoy gobiernan.

La voluntad del pueblo debe ser respetada como lo ha sido desde que el IFE se formó.

El voto es libre y secreto. Nadie nos debe decir por quien votar o por quién no. Sin embargo, debemos analizar fríamente la situación que prevalece en el país para darnos cuenta de que no estamos mejor que antes. Por el contrario, vamos cada día peor.

Por eso la desesperación de quienes desean apoderarse del país. Inventan que si no votan por ellos los programas sociales van a desaparecer. FALSO, los programas sociales fueron creados y permanecieron vigentes a pesar de una transición de poder. Hasta lograron ampliar los programas al crearse el Seguro Popular.

Tengamos presente que fueron los diputados de MORENA y sus aliados, mismos que en las próximas elecciones pretenden reelegirse, los que aprobaron desaparecer los fideicomisos sin importarles dejar sin apoyo a grupos de personas que lo requieren. No han explicado por qué dispusieron del dinero.

Ellos, diputados de membrete, sin analizar, mucho menos razonar, no fueron capaces de sentir empatía con los niños con cáncer, con deportistas, artistas, con la ciencia y muchos más, solo obedecieron órdenes del ejecutivo, creyendo que es al presidente al que le deben obediencia y lealtad y no a los ciudadanos.

Otro gran error, ya que no es el presidente quien les paga el sueldo sino nosotros con los impuestos que nos cobran. Olvidaron que son representantes de los ciudadanos, no son lacayos de un individuo con ínfulas de virrey que vive en un palacio como inquilino. Un palacio que pertenece a la Nación no a un movimiento o partido político.

Así que a razonar el voto y no creer las mentiras de que, si no se vota por MORENA, quien venga va a desaparecer los programas sociales. ¡Cuánta soberbia! Al considerar que representan la esperanza de nuestro país cuando ya demostraron de lo que son capaces.