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Estira y afloja

La demanda por servicios funerarios cambió de forma dramática: de cuatro a seis por día en la normalidad a 120 en el pico de la pandemia. “Enfrentar el reto fue muy complicado: hospitales con pocos médicos para la entrega de cuerpos, insuficientes carrozas, falta de equipo de protección personal y de camiones de refrigeración ante las dificultades para obtener permisos de cremación y saturación en hornos crematorios”.

Óscar Padilla, director general de la casa funeraria J. García López, me relató las estrategias seguidas en los 900 establecimientos que tiene, incluso corresponsalías, en los 2 mil 400 municipios del país, y cómo se “disparó de manera terrible el costo operativo a la vez que la venta de adicionales prácticamente se eliminó. Fue una situación compleja, pero salimos adelante”.

La empresa vive su 40 aniversario en medio de la pandemia que la obligó el 10 de marzo de 2020 a integrar un comité de vigilancia sanitaria. “Nos comunicamos con socios estratégicos y aliados en otras partes del mundo para identificar protocolos y establecer estrategias de respuesta a la problemática”.

Esto implicó acordar con autoridades cómo resolver el cuello de botella en hospitales para la entrega de cuerpos de personas fallecidas por covid-19, localizar una empresa para adquirir equipo de protección personal como cubrebocas, caretas, trajes especiales, guantes dobles, desinfectantes de unidades; contratar 70 personas más para la operación en las sucursales y 20 para atender llamadas, además de comprar 15 carrozas.

Una de las partes más complejas fue obtener los permisos de cremación que otorga el Registro Civil, al igual que las actas de defunción. “Nos coordinamos con las autoridades y pusimos una unidad móvil afuera de las instalaciones; compramos tres hornos crematorios porque los que teníamos trabajaban 18 horas para atender hasta 120 cuerpos al día, y frente al rezago adquirimos cuatro camiones de refrigeración para conservar los cadáveres”. Hay más.

Cuarto de junto

En los centros de Adiestramiento Regional y de Adiestramiento de Combate Individual Regional de la 7ª Región Militar en Rancho Nuevo San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para la tropa de nuevo ingreso a la Guardia Nacional y soldados de todos los batallones y regimientos de la zona, el general brigadier David Estudillo Rea, cobra mil pesos a cada elemento y se embolsa 120 mil al mes; además venden a los participantes un paquete de tacos o torta, Sabritas y un refresco por 100 pesos diarios, y una chamarra y pantalón de mala calidad por 2 mil 500 pesos; el personal que no lo haga es castigado y si denuncian los hechos se les inventan delitos… El laboratorio GSK, que lidera Emma Walmsley a escala global, presentará esta semana en México un tratamiento para controlar los trastornos de la depresión mayor.

J. Jesús Rangel M.

jesus.rangel@milenio.com